CAMBIO DE LA MISA
En la Santa Misa se sustituyó
el sacrificio por la cena. Así, en vez
del sacrificio de la Cruz se insistirá sobre la cena, sobre la comunión y la
participación de los fieles. También
esta orientación es completamente contraria a la Tradición de la Iglesia, a la
Fe de la Iglesia. Lo que es importante en nuestra Misa es el
sacrificio. El sacrificio de
la Misa no es sólo una cena, no es la cena evangélica, es un verdadero
sacrifico, Porque también si el
sacerdote ofrece, él sólo, el Sacrificio de la Misa, este sacrificio vale igual
como si mil personas estuviesen con él, como si una multitud estuviera en la
Iglesia. Ahora, en vez, parece que la
Misa es sobre todo una asamblea, y el sacerdote es el presidente de la asamblea. Presidente y no sacrificador: es una noción
nueva de la misa. Como veis es un cambio
radical muy grave. No digo que la nueva
Misa sea herética, no lo dije jamás; no he dicho tampoco que esta Misa no sea
válida de suyo, pero remarco que cada vez hay más misas inválidas, porque se
cambian las bases mismas de la Misa.
Pienso realmente que esta misas es una misa equívoca, porque puede ser
dicha tanto por los protestantes como por los católicos. Los protestantes aceptan decir esta
misa. Tengo aquí un documento que lo
prueba, es un documento de los protestantes de Alsacia que se han reunido,
documento de la confesión de Augsburgo, de
Alsacia y de Lorena. El documento
dice : “Visto
las formas actuales de la celebración eucarística en la iglesia Católica,
vistas las convergencias teológicas actuales, muchos obstáculos que podían
impedir a un protestante participar en la celebración eucarística católica
están desapareciendo; parece, en consecuencia, que hoy puede ser posible a un
protestante reconocer en la celebración eucarística católica la cena instituida
por el Señor”. Luego ellos no tienen más dificultad
en aceptar la nueva Misa porque se asemeja cada vez más a una cena eucarística
protestante. Un hecho más extremadamente
grave y enseñado claramente por la nueva catequesis.
Debería poder leer numerosos
pasajes de esta catequesis oficial en Francia, del centro “Jean Bart”, que es
el centro oficial
de la catequesis en Francia. He aquí lo
que dice : “¿La Misa no es acaso la cena de Nuestro Señor?”. Del mismo modo “…en el corazón de la Misa que
es un relato” y también esto es muy grave, porque ahora no se habla más de la
acción que se realiza durante el Sacrificio dela Misa, “infra actionem”. Se dice en nuestro canon : “infra actionem”,
durante la acción; indica que la acción se hace, la acción del Sacrificio que
se realiza en la consagración, una verdadera acción, no solamente un relato,
como desafortunadamente ahora es presentada la idea en la mayor parte de los
documentos oficiales. He aquí un
documento oficial
de los obispos suizos a propósito de la Misa. Siempre es la misma manera de expresarse :
“el relato de la institución, la anamnesis y la epíclesis son el centro de la
plegaria eucarística”. Luego, disminuyendo
siempre la idea del sacrificio, lentamente se desnaturaliza la Misa, se termina
por alterar la Misa y dar a los fieles un espíritu protestante.
Por otra parte, podéis notar
que es con este espíritu que se hicieron todas las reformas, como la comunión
en la mano. Si es un sacrificio, la
presencia real de Nuestro Señor Jesucristo es necesaria, porque es un
sacrificio tiene que existir una víctima. ¿Quién es la víctima? Nuestro Señor Jesucristo mismo que, en
consecuencia, debe estar realmente presente.
Si es una cena no es necesaria la presencia real, basta una presencia
espiritual; el pan partido, el pan de la amistad, el pan de la unión a Nuestro
Señor Jesucristo con el relato de la institución de la cena. Ved ahora que si la Misa se volvió una simple
cena se comprende muy bien la comunión en la mano. Igualmente, si se trata de una comida, la
actitud del sacerdote, de frente a los fieles, es normal. El presidente de un banquete no da la espalda
a sus convidados. Sí, en vez, se trata
de un sacrificio, entonces el sacrificio es ofrecido a Dios, y el sacerdote se
vuelve hacia Dios, hacia la Cruz, que es el signo del sacrificio que realiza en
el altar, y no hacia los fieles.
Así, es todo el significado
del Sacrificio de la Misa que cambia, y todo ésto es de una importancia
capital, porque es también todo el significado de la espiritualidad católica
que desaparece; la espiritualidad
católica es el signo de la Cruz, es el sacrificio. Vivimos bajo el signo de la Cruz, vivimos del
Sacrificio, de la Sangre de Nuestro Señor, estamos bautizados en la sangre de
Nuestro Señor. Somos pecadores, tenemos
necesidad de la cruz, tenemos necesidad del sacrificio, de la sangre de Nuestro
Señor, de unirnos a Nuestro Señor en su sacrificio.
Si no hay más sacrificio, si
no hay más cruz, si no hay más presencia real, no existe más la espiritualidad
católica. Nuestra vida no tiene más
sentido si no existe la Cruz, si no existe la Sangre de Nuestro Señor. Si no estamos unidos a Nuestro Señor Jesucristo
por su sangre que es la gracia, la gracia sobrenatural, nuestras acciones no
son meritorias, no merecemos el cielo, no merecemos la salvación eterna. Naturalmente puede haber buenas acciones en
las otras religiones en la naturaleza humana.
Podemos hacer buenas acciones pero no meritorias no salvíficas, si no
tienen la impronta de la sangre de nuestro Señor Jesucristo.
El mismo Señor dijo: “Yo soy la vid y
vosotros sois los sarmientos”.
Es necesario estar unido a la vida, a la raíz de la vida, si queremos
llevar frutos. Nuestro Señor es la
puerta del redil, si no se entra por la puerta del redil, a través de Nuestro
Señor, no entraremos al reino de los cielos.
“No
podéis hacer nada sin mí” dijo Nuestro Señor. Nihil, nada.
Es muy grave. Se sigue que
tenemos necesidad de estar unidos a Nustor Señor, al Sacrificio de la Misa, a
la cruz, a su sangre.
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