SUPRESIÓN DE LOS ESTADOS CATÓLICOS Y DESTRUCCIÓN DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA
SUPRESIÓN DE LOS ESTADOS CATÓLICOS
Una consecuencia
extremadamente grave de esta igualación de todas las religiones es la supresión
de todos los Estados católicos querida por la Santa Sede. Tengo el ejemplo de Colombia, donde me
encontraba cuando se llegó a la supresión del artículo 1º. de la
Constitución. El Secretario de la
Conferencia Episcopal me dijo que trabajó durante dos años, estimulado por el
Nuncio, para obtener del presidente la supresión. El artículo decía: “La única religión pública
del Estado es la religión católica”. Y lo
mismo pasa en Suiza. Suiza es una confederación de cantones; cada cantón tiene
su Constitución. El cantón de Valais y
el cantón de Ticino tenían en su Constitución, como artículo 1º. : “La Religión
Católica es la única religión reconocida por el Estado”. Y bien, el
Nuncio de Berna me dijo personalmente que escribió una carta al Obispo para que
propugnase un referéndum a fin de suprimir este artículo 1º.. Lo mismo en España. Jesucristo ahora no debe reinar más sobre la
sociedad. Es el principio del liberalismo, el esquema de la declaración de la libertad religiosa. El esquema dice que ninguna autoridad humana
puede limitar el ejercicio público de las opiniones religiosas.
Así cada uno tiene el derecho de tener sus diarios, sus escuelas, hacer propaganda para difundir las falsas
religiones. Lo que es grave es que no sólo se da libertad
a la doctrina de estas religiones, sino que se da libertad también para la
moral de las distintas religiones. Por ejemplo:
a los que son musulmanes las leyes deben reconocerles ahora el derecho a la
poligamia.
Piénsese que el Cardenal
Colombo, de Milán, hizo recientemente una declaración inverosímil, que fue
reproducida por el L’Oservatore Romano : “En el desarrollo histórico actual de
la sociedad un Estado confesional es inadmisible”. Para esto se quiere sustituir el Decálogo con la Declaración de los Derechos
del Hombre. ¡De qué modo los Papas
precedentes están contra esta Declaración!
¡De qué modo el Papa Pío VI se pronunció contra esta Declaración de los
Derechos del Hombre![1]. Para el cristiano ¿Cuál es el límite de sus
derechos? ¿Sus deberes? Nacemos con deberes, y porque tenemos deberes
tenemos derechos: esta es la doctrina de
la Iglesia. Nuestros deberes son la
regla de nuestros derechos, y no tenemos derechos sin deberes. Ahora cada uno hace lo que quiere, sin
límites, y se arroga todos los derechos que quiere. El primer deber de un hombre que nace sobre
la tierra es la adoración de Dios. El hombre no existía, al nacer recibió un
alma espiritual, el primer deber de esta alma es adorar a Dios. Cuando Jesús estuvo en el seno de la
Bienaventurada Virgen María su primer acto como hombre fue la adoración del
Padre, pues Él era perfectamente consciente en el seno de la Bienaventurada
Virgen María.
DESTRUCCIÓN DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA
Y porque tenemos el deber de
adorar a Dios, tenemos el derecho de tener nuestras iglesias, nuestras escuelas
católicas. Lo mismo vale para la
familia. Porque tenemos el deber de
fundar una familia cristiana, tenemos el derecho de tener cuánto sirve para
defender la familia cristiana. De ahí el
Decálogo. No vi nunca en un catecismo
antiguo los derechos del hombre: siempre vi el Decálogo. El Decálogo tendría que ser la ley básica,
fundamental de toda sociedad. Si ponemos
como base el Decálogo, no tendremos el divorcio, la contracepción y el
aborto. Debemos volver a nuestro
catecismo del Concilio de Trento, de San Pío X, de San Carlos Borromeo. He aquí la base de nuestra civilización
cristiana, la base de nuestra fe : el Credo, el Decálogo, el Santo Sacrificio
de la Misa, los Sacramentos y el Pater Noster, la oración de Nuestro
Señor. Mas nuestros catecismos actuales
no sirven para nada. Llevé al Cardenal
Wright los catecismos canadienses, inmediatamente me dijo él mismo : “Estos
catecismos no son católicos”.
En la reunión que tuve con
tres cardenales –el Cardenal Wright, el Cardenal Garrone y el Cardenal Tabera-
dije : “Eminencia, me atacáis por el Seminario de Econe, pero yo os ataco por
todos los catecismos. Después del Papa
sois el responsable de los catecismos de todo el mundo”. El Cardenal me dijo que hizo una carta para
la catequesis pero no le obedecían. El
catecismo de París es abominable, es modernista, es totalmente acatólico,
decididamente herético. Mandé el folleto
con la catequesis de París al Cardenal Seper, he aquí su respuesta : “Roma, 23
de febrero de 1974 – Recibí su carta del 2 de enero con el material anexo. Muchas gracias. Haré estudiar todo. Lo que me manifiesta Ud. Es estupefaciente,
abominable, qué queda del catolicismo?
No comprendo cómo la autoridad eclesiástica no reacciona en el lugar,
Roma no puede intervenir en todos lados y sobre todo a tiempo”. Y si Roma no puede intervenir, estamos
mal. El mismo Cardenal dice : “¿qué
queda del catolicismo?”. La situación de
la iglesia es realmente trágica. En
Houston, en los Estados Unidos, para confirmar a los niños el Obispo exige que
los padres y los niños vayan por 15 días al pastor protestante y al rabino para
recibir lecciones de ecumenismo, sólo después pueden recibir la confirmación.
[1]
Pío VI condenó la Declaración de los Derecho del Hombre, calificándola como
contraria a la religión y a la sociedad. (nota de la Redacción).
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